En funcionamiento en pruebas desde mayo, la planta regasificadora de Reganosa, que la connivencia político-empresarial decidió clavar en Punta Promontoiro, Mugardos, en medio de la Ría de Ferrol, aguarda la aprobación por el Consello da Xunta del plan de emergencia, último paso para la puesta en marcha definitiva, prevista por ellos para el próximo mes de agosto.
Para que esto sea posible, el bipartito PSOE-BNG, con una complicidad continuista con el anterior gobierno del PP, se dispone a la agilización con toda la premura posible de los trámites administrativos, prestándose a ejercer las funciones de negociador con los colectivos directamente afectados y especialmente conflictivos, y como contrainformador con el objetivo de doblegar la una opinión pública abiertamente contraria la este proyecto.
La puesta en funcionamiento en fase comercial de REGANOSA constituye el colofón de una verdadera conspiración con el objetivo de instalar a cualquier precio, una planta regasificadora, en una ría como la de Ferrol, a la que a Xunta de Fraga decide "sacrificar en beneficio de las restantes".
Reganosa es el resultado de la concurrencia entre poder político y los intereses de una entente de dos grandes empresas del sector energético y testaferros de estas, y vino de la mano del clientelismo y vasallaje corrupta a todos los niveles de los políticos de turno, de la prevaricación y de una política de hechos consumados insensata y criminal.
Las razones económicas de este proyecto están, además de en las propias ambiciones del Grupo Tojeiro, en los intereses de Endesa y Fenosa de abastecer a sus futuros ciclos combinados, y de jugar una baza (de ahí también lo de la solicitud de duplicar la producción y el desdoblamiento de red de gaseoductos) frente a la feroz competencia con Gas Natural, Enagas y otros operadores y concesionarios del sector gasístico.
En el cuanto de las razones políticas, se esgrimió siempre el carácter de infraestructura estratégica para el desenvolvimiento económico de Galiza, cuando hay evidencias contrarias incontestables.
Los intereses de Endesa, Fenosa, Tojeiro, Caixa Galicia, etc., no son, evidentemente, los de los trabajadores ni los de Galiza como Nación. Tal identificación falsa de intereses no tiene nada de patriótico, y rompe con la trayectoria histórica del nacionalismo gallego, de izquierdas y antimonopolista. El mantenimiento de la participación en el proyecto por los dos socios en la Xunta, y el alineamiento con los grupos promotores en la defensa del mismo contra viento y marea de luchas y movilizaciones, muestra la concepción neo-coloniales del desarrollo económico de Galiza que tienen los gestores social demócratas, compartida por el capital monopolista, y traidora y vergonzosamente también por el BNG.
Es evidente que en Galiza una planta regasificadora, no tiene más razón de ser cómo infraestructura estratégica que el empeño de los promotores y el poder político (Gobierno Central y Xunta), pues el balance energético (hidráulicas, eólicas, térmicas, etc), tiene un superávit en la capacidad de producción de energía eléctrica de la orden del 47%. Existen planes de ampliación de producción en los ciclos combinados de As Pontes y Sabón (con otras posibilidades de suministro vía gasoductos europeos o argelinos), en el sector eólico, en el hidroeléctrico, etc. De lo que se trata es de negocio, puro y duro, y del posicionamiento frente a la competencia en el enfrentamiento intercapitalista por el control del sector energético.
Es evidente la absoluta ausencia de garantias para la seguridad y la no hipoteca del futuro desarrollo de una ría, por culpa de una industria peligrosa, de gran impacto sobre el ecosistema, los recursos, la población y la planificación urbana y territorial. Un plan de emergencia que afecta la un perímetro de radio de solo 400 mts., y la negociación con la Cofradía no resuelven ninguno de los sus más y sus menos, de seguridad para la población, económicos, de planificación, jurídico-legales, etc, que tiene planteados Reganosa.
Una instalación industrial que, evidentemente, podría ubicarse cómo alternativa con mayor idoneidad en un artefacto off-shore fuera de la costa, sin los efectos que causa un enclave de esta naturaleza en el corazón de una ría pequeña y estrecha como la de Ferrol, y aún en otros puntos de un litoral como el gallego, de densos y desperdigados asentamientos, y rico en recursos marinos.
Reganosa, más allá de que, como hecho consumado, entre en funcionamiento por imposición de los poderes políticos y económicos de este Régimen Monárquico, es una auténtica conjura a la que hay que desenmascarar, del que nos ocuparemos en sucesivos análisis, y combatir dándole continuidad y amplitud a la movilización popular por el cierre de la planta.
copiado do blog da plataforma Artabra
http://artabra21.blogspot.com/2007/0...-gasstica.html
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